A nivel profesional me han preguntado varias veces si he participado en talleres de Coaching, y la respuesta es "Sí. He participado en diferente tipos de coaching, algunos talleres ayudan a fomentar y mejorar el trabajo de equipo, otros el liderazgo. Cada uno con diferentes actividades y diferente forma de interactuar con las personas.
Cuando comentaba este tipo de experiencias con un grupo de amigos alguien preguntó si alguna vez conocí a alguien que llevó "coaching" pero a nivel personal. Y conversando y recordando, pensé en dos personas con las que yo solía trabajar, Claudia y Sandra. Ambas me comentaron que en algún momento acudieron al coaching para mejorar aspectos de su vida diaria, debido a diferentes factores y circunstancias.
Me causó sorpresa el caso de Claudia. Ella se entusiasmó tanto por el tema que decidió en convertirse en un Coach. Siempre digo que cuando uno hace lo que le gusta, pone extra energía en las actividades, pues no fue distinto para ella, le puso punche a los cursos, talleres y clases. Su forma de ser y percibir la vida cambió, tenía otra energía en su día a día. Lo cual no solo los amigos lo notamos sino también su familia.
El "Coach" como tal, a nivel empresarial no es algo nuevo, lleva años donde Gerentes, Jefes y empleados participan en estos talleres para mejorar su performance. A nivel personal no me queda claro cómo puede ayudarte el Coach, más que terapia, o hasta un psicólogo. Entonces decidí leer un poco e investigar. Ambos manejan emociones y conductas pero el coaching se centra más en las acciones para conseguir algo mientras que la terapia persigue cambios internos. El coaching está más enfocado en trabajar con personas sanas que tienen unos objetivos trazados, claro y decididos a conseguirlos, solo que no saben por donde empezar o cómo lograrlo.
Es así como llego al caso de mi mamá. Mi mamá ha tenido un año duro, no solo por estar en casa debido al COVID, sino que el COVID se llevó a su compañero (mi papá Guz). Problemas con sus hijos, no veía a sus nietas, yo decidí mudarme a otro país y en retrospectiva creo es un montón que sobrellevar, emocionalmente hablando. Mi madre hizo un cuadro de depresión del que le costaba salir, asistió a terapia e hizo lo que medicamente le fue recetado. Pero la verdad nada funcionó. Ella estaba muy al tanto de su situación, de cómo se sentía, solo que no sabía como lograr salir de ése estado. Y sumado a mi investigación pues le aconsejé tratar con un coach, para ver si el coach le puede ayudar a ver que ella sigue siendo ella, guerreraza.
El coach le enseñó no solo a darse cuenta de cómo se sentía, sino a entender que no está mal sentirse triste, enojada, feliz o lo que fuese. Entendió que las emociones son parte de la persona, pero que depende de nosotros manejarlas y poner límites a las emociones (por ejemplo, estar enojado es bueno porque hace que uno explote, reniegue y a la vez te ayuda a poner límites, empiezas a entender qué cosas ya no debes hacer cuando estás enojado. Estar feliz es bueno pero entiendes que prometer cosas de feliz no es algo real porque prometes cosas solo por el entusiasmo del momento, y aprendes a decir "Sí estoy feliz pero no". Cosas así).
Luego de un mes con el coach, los cambios en su actitud eran prácticamente palpables. Mejor actitud, su tono de voz, la manera de sonreír, ya hasta se enfermaba menos. Porque eso hace la depresión, te afecta no solo emocionalmente sino también físicamente, te enfermas todo el tiempo. Pero todo eso cambió. Recobró no solo la convicción en ella, sino las ganas de hacer más actividades (como antes), y lo que más le gusta (cosa que aprendió de mí) es viajar. Empezó hacer amigos nuevos, debido a las nuevas actividades que hace, y empezó con los viajes.
No digo que el coach es la solución de todo, quizá mi mamá fue un caso particular, pero no dejen de tratar, no dejen de buscar nuevas maneras de reencontrarse, sin importar el momento, lugar o edad porque ... LA EDAD ES SOLO UN NÚMERO.
Bss
CG
