Empezar de nuevo viene con buenas y malas pero sobre todo con expectativas.
Mudarse no es algo que me agrade ya que lo encuentro cansado y tedioso. Acabo de llegar a Eindhoven (Netherlands) a un nuevo hogar, nueva casa, nueva ciudad. NUEVO TODO.
Esta parte del viaje es distinta ya que las cosas están de cierta manera más estable a nivel personal y emocional. Me causa algo de gracia, me da algo de miedo pero con toda la convicción de que es lo correcto para esta etapa.
Empezar de nuevo viene con expectativas, de hecho ahora tengo muchas. Pero todo cambio también significa esfuerzo y trabajo, aprendí que no hay que dar por sentado nada, y tampoco es bueno que den por sentado lo que uno es o lo que uno puede ofrecer, todo requiere trabajo.
Empezar de nuevo también viene con la responsabilidad de crear o encontrar un círculo de personas saludables. Saludables desde el sentido emocional, desde el sentido psicológico y desde el sentido humano. Uno se nutre, aprende y se motiva rodeándose de un grupo saludable de personas. Cargar con la mala energía, las malas ganas o el pesar de otros drena la energía de uno, al menos yo no considero eso sano. Sí considero que uno puede ayudar y aconsejar, y dar de nosotros pero hasta cierto punto, hasta donde uno sienta que es lo que puede ofrecer sin dañarse asimismo, pasado el punto ya uno entra en un círculo vicioso y negativo. Eso no ayuda, ni suma y lleva a relaciones a medias, a relaciones tóxicas o relaciones que terminan perjudicando.
Empezar de nuevo y trabajar para concretar las expectativas, también me trae un lado no tan dulce. Si bien es emocionante, también es un gran recordatorio que estoy lejos de casa, que estoy lejos de mi familia, que estoy lejos de mis amigos. Extraño Perú.
Empezar de nuevo. Reiniciar. Viene con buenas y malas pero sobre todo con expectativas.
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